Nuestro país siempre ha sido una comunidad diversa, un espacio de convivencia de personas diferentes, con lenguas distintas, con diferentes creencias religiosas y no creyentes, con formas de vida urbanas y rurales, orientaciones sexuales diversas, y orígenes étnicos diferentes.
Además, en las últimas décadas han llegado a España personas que proceden de otros países y otros continentes; pertenecen a una pluralidad de etnias, son de otras culturas y profesan diferentes religiones. En algunos ámbitos de la diversidad social se han producido avances históricos, como en el reconocimiento de los derechos de las personas homosexuales o con discapacidad; de tal forma que muchos colectivos distintos se están haciendo visibles en la esfera pública, ante el resto de la sociedad y ante el conjunto de las instituciones, como una parte más del conjunto de la ciudadanía.
Por otro lado, se han logrado avances importantes en la sensibilización de la sociedad para el logro de un reconocimiento real de los derechos de todas las personas. Por lo tanto, la diversidad es ya una característica fundamental de nuestra composición social y resulta imprescindible que sea percibida por todas y todos como una fortaleza y un valor añadido, evitando y previniendo actitudes y comportamientos de desconfianza o rechazo.
En las sociedades democráticas, gobernadas por leyes definidas de forma consensuada, la policía asume las funciones tradicionales de prevenir y combatir la delincuencia, preservar la tranquilidad pública, hacer cumplir la ley, mantener el orden y proteger los derechos fundamentales de las personas.
Es, por tanto, una de las instituciones encargadas de garantizar el principio de igualdad, y es su deber intervenir en situaciones de conflicto con absoluta imparcialidad y respeto a las minorías étnicas, sexuales, religiosas y culturales, teniendo en cuenta además las particulares condiciones de los grupos sociales más vulnerables (personas con discapacidad, personas sin hogar, etc.).
Para vencer cualquier desconfianza y favorecer una plena participación social de las minorías, la policía debe asumir un papel activo en las labores de prevención del racismo y la xenofobia, la homofobia, la violencia de género, y otras conductas de odio, a través de un mejor conocimiento y comprensión de las características y particularidades de las personas que suelen ser objeto de discriminación, de la legislación nacional e internacional para combatir las prácticas discriminatorias, así como de un análisis de la propia visión de la policía, y de una evaluación de su intervención desde una perspectiva de respeto a la diversidad.
Por todo ello, la presente Guía (pincha para descargarla) tiene como objetivo aportar información que sirva para mejorar el contacto y la relación entre la policía y los colectivos sociales que son objeto de discriminación, así como para sensibilizar y capacitar a los responsables de los servicios policiales en materia de lucha contra la discriminación y atención a la diversidad cultural y social.
Este documento también persigue otro objetivo clave: aumentar la eficacia policial. La guía quiere ser una herramienta de utilidad para los directivos de los diferentes servicios policiales, que les ayude a poner en marcha medidas para mejorar la gestión de la sociedad diversa desde la perspectiva de la seguridad pública en los diferentes niveles territoriales y competenciales que ocupan cada uno de ellos.
Experiencias desarrolladas en España y en otros países demuestran que los servicios policiales formados en gestión de la diversidad y en prevención de la discriminación consiguen mayor legitimidad social, mantienen una mejor comunicación con la comunidad, y aumentan su efectividad en la prevención de la delincuencia y en el mantenimiento de la seguridad ciudadana.
Existen múltiples aspectos de la actuación policial que mantienen una relación directa con la gestión de la diversidad social y la garantía de un trato igualitario. Entre ellos, por su especial relevancia, podemos mencionar las identificaciones y cacheos en lugares públicos, la atención a los delitos de odio o discriminatorios y los problemas de seguridad que afectan específicamente a los colectivos minoritarios.
Basándose en la experiencia internacional, el modelo de Policía Comunitaria parece el más adecuado para hacer frente a los problemas de seguridad y convivencia. A través de él, los miembros de las comunidades de diferentes culturas, nacionalidades, religiones, orientaciones e identidades sexuales, discapacidades, etc., disponen de un espacio de diálogo y comunicación con los servicios policiales.
La realización de acciones positivas para que los servicios policiales reflejen en su composición la diversidad de la sociedad a la que sirven es otro de los pilares necesarios para avanzar en la integración de las minorías y el trato igualitario. Existen diversas experiencias, tanto en Europa como en otros países, que avalan esta tesis. Por las razones expuestas, un grupo plural y diverso de organizaciones decidieron en el año 2010 crear la Plataforma por la Gestión Policial de la Diversidad , con el objetivo de impulsar y promover cambios en los servicios policiales y mejorar sus procedimientos de actuación, para garantizar a la sociedad diversidad –y de forma especial a los colectivos minoritarios, más vulnerables- un trato policial igualitario y no discriminatorio.
La Plataforma fue creada inicialmente por la Unión Nacional de Jefes y Directivos de Policía Local, la Fundación Secretariado Gitano, la Fundación Pluralismo y Convivencia y Open Society Justice Initiative ; Amnistía Internacional decidió participar en la Plataforma con carácter de entidad observadora.
Con posterioridad, las siguientes organizaciones decidieron sumarse a la Plataforma: Fundación CEPAIM. Accem. FEAPS. RAIS Fundación. Presentación y justificación de la Guía. 13 Movimiento contra la Intolerancia. Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Red Acoge.
En la elaboración de esta Guía han participado personas expertas de las diferentes organizaciones que forman la Plataforma por la Gestión Policial de la Diversidad, y ha sido concebida como una herramienta didáctica para los directivos de la seguridad pública, con el fin de ayudarles a mejorar sus competencias en todo lo relativo a la gestión de la diversidad y la lucha contra la discriminación en su trabajo cotidiano, partiendo de las experiencias concretas de las entidades que conforman la Plataforma.
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